Algunos datos de la Lorca de los siglos X Y XI de nuestra era
LORCA andalusí !!! LURKA en su pronunciación a la lengua árabe de aquella tierra en esta época de la Edad Media. Nos ubicamos principalmente en los SIGLOS X Y XI de nuestra era.
Con el establecimiento de la revolución islámica en la Península Ibérica, la ciudad de Lorca fue la capital de la extensa unidad territorial (Cora de Tudmir ) heredera del pacto entre Abd al-Aziz y el conde Teodomiro de Orihuela ...
Con el establecimiento de la revolución islámica en la Península Ibérica, la ciudad de Lorca fue la capital de la extensa unidad territorial (Cora de Tudmir ) heredera del pacto entre Abd al-Aziz y el conde Teodomiro de Orihuela, que comprendía una amplia jurisdicción desde Alicante a Lorca.
El territorio de Lorca vivió un período de calma y prosperidad a lo largo de todo el s. X y comienzos del s. XI, permitiendo un florecimiento cultural que debió estar en consonancia con el desarrollo urbanístico y político-administrativo de la ciudad, que en estos años ya había adquirido el perfil urbanístico de una importante madina islámica. Una amplia alcazaba en la meseta que corona la ciudad, la madina en las laderas que bajan al río, y al pie de está se desarrollarían los arrabales, barrios artesanales y cementerios, que separaban la población de la fértil huerta regada por el Guadalentín.
Durante los primeros años del siglo XI una serie de luchas internas acabaron con el califato Omeya de Córdoba. Esta confrontación civil, la llamada fitna provocó la desmembración territorial del estado cordobés y la aparición de una serie de emiratos independientes de mayor o menor entidad en al-Ándalus: las llamadas taifas.
En este contexto Lorca y su territorio de influencia quedó vinculada principalmente a los territorios occidentales. Y así a comienzos de esta centuria, Ibn Jayran, que se había declarado independiente del califato y había establecido la capital de un nuevo estado en Almería, conquistó la cora de Tudmir y la incorporó a la taifa almeriense.
Lorca vio así reforzado su papel estratégico, al convertirse en la atalaya desde donde se controlaban las vías de comunicación en los territorios del actual sureste de España. Sin embargo, en 1038 ( de la era común) se extinguía el esplendor del emirato independiente de Almería, pues la antigua cora de Tudmir fue conquistada por Abd al-Aziz, rey musulmán de Valencia, y con ella, las tierras lorquinas.
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